La oxyntomodulina es una hormona natural producida por el intestino delgado, cuya función es regular el apetito y controlar los depósitos de grasa. Con el propósito de investigar sus propiedades, un equipo de especialistas encabezado por el Dr. Stephen Bloom, del departamento de Medicina Metabólica del Hospital Hammersmith de Londres, reunió a un grupo de 26 personas con sobrepeso y problemas de obesidad.
Los voluntarios fueron inyectados durante cuatro semanas, 30 minutos antes de cada comida, con la hormona. Para contrastar los resultados, alternativamente a un grupo sólo se le aplicó suero fisiológico. A todos se les recomendó seguir su dieta y nivel de ejercicios habituales, para evitar cambios que incidieran en las conclusiones de la investigación. Al cabo de un mes, los especialistas pudieron determinar que, a través de la inyección de la hormona, es posible provocar una reducción del apetito evitando la ingesta desmedida de alimento. La conclusión se obtuvo después de pesar a los pacientes: los que habían sido inoculados con la hormona bajaron dos kilos y medio, mientras que los otros lograron descender menos de un kilo de su peso.
Al respecto, la Lie. Claudia Fernández, jefa del Servicio de Nutrición del Instituto de Cardiología de Corrientes, dejó en claro que, si bien los resultados del estudio son interesantes, "es importante evitar caer en soluciones mágicas, porque cuando se trata de problemas de peso, lo primero que hay que intentar es reducir la ansiedad y cambiar los hábitos gustativos".