La gota es una enfermedad inflamatoria articular que se produce por la acumulación de cristales de ácido úrico (un desecho normal producido por el organismo) en las articulaciones y se caracteriza por la aparición de fuertes ataques repentinos de dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón en algunas articulaciones, especialmente de los pies y las piernas.
Como los ataques se presentan en forma aguda, es necesaria la utilización de poderosos antiinflamatorios para calmar el dolor, con los consecuentes efectos adversos gastrointestinales que su uso puede acarrear.
Sin embargo, recientemente se ha comenzado a utilizar un nuevo médicamente, el etoricoxib, que demostró ser tan efectivo como sus antecesores, pero con efectos adversos significativamente menores.
Al respecto, el doctor Juan Carlos Bareira, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Británico, el etoricoxib tiene una mayor potencia biológica respecto de los remedios que lo preceden.
"Debido a sus rápidas concentraciones plasmáticas es de mayor utilidad en el dolor agudo ", declaró. Causada por un defecto en el metabolismo, la gota se presenta "como dolor y tumefacción de las articulaciones, clásicamente la primera expresión de dolor, rubor, tumefacción, es el dedo gordo (lo que se llama podagra), pero puede comenzar también por otras articulaciones ", explica el doctor Bareira. La prevalencia de la enfermedad varía de acuerdo con las etnias y poblaciones en estudio.
"Si bien en la Argentina no hay estudios epidemiológicos, podemos estimar debido a la gran influencia europea que la prevalencia es del 0,3 por ciento aproximadamente.
La enfermedad afecta más a varones que a mujeres en cualquier edad de la vida, e incluso hay formas juveniles y congénitas por defectos enzimáticos ", dijo el especialista.
La probabilidad de padecer gota aumenta en las personas hipertensas, con sobrepeso, diabéticas o que consumen una cantidad excesiva de alcohol.