Las enfermedades alérgicas de tipo respiratorias afectan a más del 25 por ciento de la población de nuestro país.
Aparecen tanto en las áreas urbanas como en el campo, pero en las ciudades influyen negativamente la polución ambiental, la diversidad de agentes alérgenos, la presencia y altura cada vez mayores de los edificios -lo que impide la libre circulación de aire-, la densidad de la población y las aglomeraciones.
En otoño, a estos factores desencadenantes, se suman otros nuevos, potenciando la reaparición de la enfermedad y afectando a cada vez más personas.
De hecho, su incidencia ha aumentado en forma alarmante en las últimas tres décadas y se teme que los casos se dupliquen hacia el año 2020. "Las alergias son reacciones exacerbadas del sistema inmunológico ante desterminados factores", dijo el doctor Bernardo Ludmer, especialista en alergia e inmunología.
Los síntomas propios de alergia que reaparecen en otoño son -entre otros- congestión y obstrucción nasal, lagrimeo, estornudos, tos y asma.
"Los factores estacionales típicos son el frío, que afecta e irrita las vías respiratorias, la poca ventilación de los hogares y la acumulación de alérgenos de interior como ácaros y hongos", afirmó el especialista.
En cuanto a prevención, se recomienda ventilar todo lo posible, limpiar más cuidadosamente y con frecuencia los ambientes y evitar las aglomeraciones para prevenir contagios de virus.
En cuanto a tratamientos, lo más novedoso es la droga loratadina, que alivia los síntomas sin producir somnolencia.